
Andrés Delgado. Pero no. Como la idea no es tomar jugo, ni cargar la artillería, sino reportear, me presento y pongo cara de pendejo, la cara que tengo a toda hora, con la intensión de camuflarme y preguntar todo lo que necesito. Ostras Miramar lleva vendiendo jugos y ceviches desdees decir, 45 años en el mercado. Don Arley, administrador del negocio, con 65 años de edad, trabaja desde los veinte años en la cevichería. De nada valió poner la cara de cronista que vengo ensayando desde hace días en el espejo de mi baño. Necesito lentes y gorrita de poeta para coger mayor confianza. Para intentar relajarlo y detener la avalancha de preguntas, ojeo la cartelera: ceviche, coctel de ostras y almejas, jugos y vitaminas.