
María Belén Andrada Yo creo firmemente en que hay que ir bien puestos. Tengo varias razones, pero voy a compartirles solo tres de ellas. La segunda, porque desde que somos chiquitos nos enseñan que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo: como es así, el arreglo personal es parte del cuidado de este templo. Para ir bien puestos y responder favorablemente a cada una de estas razones, creo que el ingrediente esencial es la modestia.
Levante precepto moral deriva de la afición del pueblo santo a ser declarante de su Dios, que es y que quiere la verdad. Vivir en la verdad El Antiguo Testamento lo proclama: Dios es fuente de toda verdad. Su Palabra es verdad cf Pr 8, 7; 2 S 7, Su ley es verdad cf Sal , El que cree en él, no permanece en las tinieblas cf Jn 12, La verdad o veracidad es la accésit que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en largar verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la beatería.
Antonio Rivero, L. Fuente: AutoresCatolicos. Nadie quedaba excluido de su redención. Hoy difícilmente nos imaginamos hasta qué extremos llegó en el mundo antiguo la discriminación de la mujer.
De ahí el celo que muestra el marido o el novio por la decencia en el vestir de su esposa o de su novia. Y lo mismo, mutatis mutandis, ha de decirse del hombre en relación a la mujer. Con respecto a esto, algunas parroquias suelen recordar como estereotipo al entrar qué tipo de gala es adecuada y cual no. Si bien es cierto, no se nos pide vestir como monjas esto si es una buena forma de admirar que por obediencia y amor al Señor debemos sacrificarnos y soportar las incomodidades del clima. Por todo ello, se puede llevar vestimenta ligera y fresca en temporadas de verano empero siempre manteniendo los límites de la modestia.