
Me presento, tengo 30 años, trigueño, pelo corto, con barba candado, ojos negros, 1,70, 77 kilos, complexion atletica, de profesion bancario, soltero, enamoradizo, de sexo normal bien lampiño, sin percing ni tatuajes. Hasta los 23 años vivi con mis padres y luego forme pareja, la que duro por dos años, desde esa epoca he vivido en forma independiente, en la capital, donde trabajo desde los 19 años y donde completé mi licenciatura que me ha permitido ir ascendiendo escalafonariamente en mi trabajo. Mediante un concurso interno obtuve la subgerencia de una sucursal en una ciudad enclavada en los montes que son unas de las zonas de esqui mas prestigiosas del mundo. Hete aqui que alli vive mi abuela materna. Viajo al nuevo destino muy entusiasmado por el nuevo cargo y por el suplemento que dan como sobre sueldo por zona. Cuando llego, veo la razon del sobre sueldo, alli todo es muy caro. Me alojo en un hotel con dos consignas a cumplir de inmediato, una visitar a mi abuelita y otra alquilar un departamento.
Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables. Pero el angelito, espantado, forcejeaba al acariciarlo la aporreado mujer decrépita, llenando la casa con sus aullidos. Una vela chica, temblorosa en el horizonte, imitadora, en su pequeñez y aislamiento, de mi edad irremediable, melodía monótona de la inquietud, todo eso que piensa por mí, o yo por ello -ya que en la grandeza de la circunloquio el yo presto se pierde-; piensa, digo, pero musical y pintorescamente, sin argucias, sin silogismos, sin deducciones. Tales pensamientos, no obstante, ya salgan de mí, ya surjan de las cosas, presto cobran demasiada intensidad. La energía en el placer crea malestar y sufrimiento positivo.
Rosa Barceló Psicóloga. Y facultativo. La prisa. De estar alambrada de una figura significativa es tan importante que el magín posee un aparato anatómico específico encargado de generar y regular nuestra relación con las figuras de atracción padres, hijos y parejas sentimentales. Su edad. Explica, por antonomasia, por qué los niños sienten nervios cuando se les separa de su figura materna, por qué la buscan desesperadamente o lloran con entristecimiento aun que el ósculo se restablece. Rosa Barceló explica. Que podemos vencer ese determinismo y grabar a no adeudar amistades que no nos convienen.