
Nací en Castellón y vivo en Elx. Soy psicólogo especialista en sexualidad y pareja. Vivo en pareja. No tengo hijos. Soy agnóstico. José Bustamantepsicólogo especialista en sexualidad y pareja Víctor-M.
Mas cuando uno ha de ser fatal, también el cielo permite su golpe. Vivía en mi mismo lugar un caballero natural de Sevilla, del nobilísimo linaje de los Ponces de Valiente, apellido tan conocido como calificado, que habiendo hecho en su tierra algunas travesuras de mozo, se desnaturalizó de ella, y casó en Baeza con una señora su igual, en quien tuvo tres hijos, la mayor y menor hembras, y el de en medio varón. Llegó este noble cabalgador a la florida edad de vigésimo y cuatro años, y habiendo apurado por sus manos una bandera, y desp. No conocía yo a facultad Félix, ni él a mí, respecto de que cuando fue a la guerra quedé tan niña que época imposible acordarme, aunque su hermana doña Isabel y yo éramos muy amigas. Miró don Félix al balcón, viendo que solos mis ojos hacían fiesta a su venida, y hallando Amor ocasión y tiempo, ejecutó en él el golpe de su dorada aguja, que en mí ya era úrico su trabajo, por tenerlo hecho. Quiso el alma decir: «Ya lo soy», mas la vergüenza fue tan grande como el amor, a quien pedí con hartas sumisiones y humildades me diese ocasión y ventura, pues me había dado causa. No dejó facultad Félix perder ninguna de las que la fortuna le dio a las manos; y fue la primera que habiéndome doña Isabel avisado de la venida de su hermano, fue fuerza visitarla, en cuya visita me dio don Félix en los ojos a conocer su amor tan a las claras, que pudiera yo darle ¡eureka! de mi suerte; y como yo le amaba no pude negarle en tal ocasión las justas correspondencias. Y con esto le di ocasión para pasear mi calle de día y de noche, y que al son de una guitarra, con la afectivo voz y algunos versos, en que era diestro, me diese mejor a conocer su voluntad. Acuérdome, Fabio, que la primera vez que le hablé a solas por una reja, me dio causa este soneto: Amar el día, aborrecer el día, Llamar la noche y despreciarla luego, Temer el fuego y acercarse al fuego, Adeudar a un tiempo pena y alegría; Estar juntos valor y cobardía, El desprecio cruel y el blando letanía, Tener valiente entendimiento ciego, Atada la razón, libre osadía; Buscar lugar en que alterar los males, Y no querer del mal hacer mudanza, Ambicionar sin saber qué se desea; Adeudar el gusto y el disgusto iguales, Y todo el bien librado en la esperanza: Si aquesto no es amor, no sé qué sea.