
Pues me acaba de subir a los altares de los cunnilinguistas. De hecho, eso es lo que mas le gusta de mi a mi chica, no se si alegrarme, o no. El juego previo, eso sí que moja una polla y moja un coño. El «te voy a tocar pero me quedo en las puertas» en el ascensor-coche-cine-etc, para ir abriendo apetito. Desde la experiencia personal, la interacción y el juego es esencial.
El succionador de clitoris fue el efecto de deseo del Black Friday y el Cyber Monday. Ella aseguraba que, con el aparato en cuestión, te corres en cinco segundos. Unas semanas después, al final de una cena, la anfitriona sacaba sin estrenar el Satisfyer que le habían regalado dos amigas por su cuarenta cumpleaños. Desde entonces, no hay conversación en la que no aparezca el Satisfyer. Mujeres hablando de un juguete sexual con la naturalidad con la que hablarían de una serie o del fisio. La foto de uno de mis grupos de WhatsApp es un Satisfyer. Unas compañeras de trabajo compraron, juntas, nueve de golpe. Por una parte, dicen los fabricantes, el empoderamiento mujeril.
Nos han dicho que ser trans es haber nacido en un cuerpo erróneo. Por supuesto que no. Hay tantas formas de ser trans como personas transexuales. Ese formato genera una deducción totalmente dual, ya que divide psique y cuerpo. A mi parecer, no son los cuerpos los que se equivocan sino la sociedad y sus regímenes de género. Esos regímenes definen a los hombres y mujeres por oposición, y a todos aquellos cuerpos que no entramos dentro de esa marca dual, se nos entiende en conflicto. Nos permite pensar que tu vagina o tu pelo facial no condicionan tu masculinidad o feminidad, estrella que puedes ser una mujer barbuda, un hombre con coño, una madama con pene, una mujer con bigote corto, etc.
Después de todo ese hype va y me come el coño durante 10 tristes segundos. Había esperado 6 largos meses y en aquella breve envío yo pude intuir que se le daba bien: el tío sabía lo que hacía. Pasaron 10 segundos, se levantó y me agarró de la cintura para follarme. Ya, claro, notas la diferencia, permite que lo dude. No dejaba de preguntarme qué podría estar pasando. Imagínate, siendo una tipa insegura, se me empezaron a acontecer mil cuestiones por la mente. Yo pensaba para mí en modo Farsa Queen: Llevo 6 meses con mi novio y mi novio no me come el coño Lo hablé con mis amigas, con mi ex y sólo provocaba risa en todos ellos. Se reían de mi preocupación por el tema. Mi chico empezó a sentirse muy presionado.