Había pasado la infancia entre matas de helechos y corredores alumbrados por candiles de aceite. Los días transcurrían lentos en aquella época. Clarisa nunca se adaptó a los sobresaltos de los días de hoy, siempre me pareció que estaba detenida en el aire color sepia de un retrato de otro siglo. Sus prodigios son humildes e improbables, pero tan necesarios como las aparatosas maravillas de los santos de catedral. La conocí en mi adolescencia, cuando yo trabajaba como sirvienta en casa de La Señora, una dama de la noche, como llamaba Clarisa a las de ese oficio. Ya entonces era casi puro espíritu, parecía siempre a punto de despegar del suelo y salir volando por la ventana.
Triglicéridos… Eran triglicéridos. Una vez le tuve entre mis manos y cuando por fin caí en cuenta todo acabo. Oportunidades dé todo tipo, cosas, personas… y sí, también a mí misma. Nadie lo ha jodido todo baza como yo. No soy buena, no soy mala.
Enviada especial a Pereira Colombia La humanidades colombiana describe las mujeres de Pereira como sensuales, cariñosas, con un conversar envolvente. Su belleza, fruto del mestizaje en el eje cafetero, ha servido incluso como argumento para culebrones y ha atraído hasta allí a los ojeadores de las mafias de la trata de blancas. Tampoco de redes que venden y compran jóvenes, tampoco siquiera conocía su existencia. Regresó hace seis meses del infierno, un lugar que nunca había aparecido en la pantalla. El martes pasado lo hizo por salvar a una amiga, a otra pereirana escultural que ya tenía las maletas hechas para viajar a Madrid, Eldorado, junto a Japón, de las madres desesperadas de estas verdes tierras de cafetales y cañas. Una amiga, quien, a diferencia de ella que creía que iba a España a cuidar niños, sabía que le esperaba la prostitución, eso sí, de lujo, como todo lo que hay en esos países ricos, y cobrando en dólares. A sus 20 abriles, es madre soltera que sólo trabaja de vez en cuando, en lo que salga, menos en ese acomodación, pero esta vez estaba dispuesta a ese sacrificio que entregaría a cambio de la prosperidad de sus cuatro hijos.
Traduce en carencias para tu biografía, como por ejemplo: Falta de afecto Dependencia de bienes tecnológicos. Aborto de confianza. Y de aplomo para contactar a las personas. Alarma al. Alergia o simplemente anatomía abochornado por alguna cambiable.
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